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Empaques y agricultura sustentable, el camino a seguir por Kellogg’s hacia 2030

La sustentabilidad forma parte del ADN de la compañía, desde su fundación, por ello emprenden acciones que implican mejores prácticas con el entorno y que también promueven una alimentación nutritiva.

Como una empresa líder en el sector de alimentos, Kellogg’s México asume su responsabilidad social para contribuir a garantizar la seguridad alimentaria en el país, considerándola el núcleo de su compromiso con las personas.

Sin embargo, de acuerdo con Víctor Marroquín, presidente y director general de la compañía, la seguridad alimentaria también está entrelazada con otros desafíos importantes, como el impacto del clima, el dilema del desperdicio de alimentos y el agotamiento de los recursos naturales.

Por esta razón, han puesto en marcha diversas iniciativas y programas de los que habla, a detalle, en entrevista.

Expansión: ¿Qué acciones puntuales está llevando a cabo Kellogg’s para aportar a la lucha contra el cambio climático?

Víctor Marroquín (VM): Sabemos que el cambio climático ya está presente y que lo único que podemos hacer es trabajar arduamente como sociedad para revertir sus consecuencias.

Hoy, como empresas y personas, es sumamente relevante hacer conciencia de nuestros actos para erradicar todos aquellos que dañan el medio ambiente y crear mejores prácticas para ser cada vez más sustentables y éticos con el entorno.

Cabe recordar que nuestras primeras cajas de cereal fueron hechas con materiales reciclados, en 1906, y hoy seguimos con nuestro deber para garantizar que el 100% de todos los envases a base de madera sea reciclado o certificado.

Para 2025, tenemos el firme compromiso de evolucionar hacia empaques 100% reutilizables, reciclables o compostables y, hasta el momento, en América Latina llevamos un avance del 85% en esta meta.

E: En materia de uso más eficiente de recursos, ¿qué políticas sigue la compañía?

VM: Desde siempre, hemos abordado los problemas de sostenibilidad a través de distintas soluciones, que incluyen mejorar la salud del suelo de cultivo, proteger la biodiversidad, detener la deforestación y mitigar los gases de efecto invernadero.

En este sentido, trabajamos de la mano con el Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). A través del proyecto de Apoyo al Abastecimiento Responsable en México, estamos contribuyendo a que los agricultores produzcan maíz amarillo sustentable en Sinaloa, Guanajuato y Querétaro, para migrar a una agricultura de conservación que permita un uso más eficiente de los recursos naturales.

De igual manera, colaboramos con el CIMMYT en la conservación del entorno, haciendo que se aumente el agua del suelo disponible, se aminore el estrés por el calor y la sequía y se incremente la salud del suelo a largo plazo.

Así, hemos logrado el mejor aprovechamiento del agua, pues los productores participantes han incrementado un 10% la eficiencia en el consumo de este recurso para, por ejemplo, la producción de una tonelada de maíz.

También hemos disminuido en un 23% la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera como consecuencia del empleo de menos combustible para la producción, en comparación con prácticas convencionales.

Fuente: Expansión

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