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Sólo el consumo de aceite de oliva de tipo virgen reduce el riesgo de mortalidad

La evidencia sobre la asociación entre el aceite de oliva virgen (AO) y la mortalidad es limitada ya que no se ha intentado previamente discernir sobre las principales variedades de AO. Por ello, un estudio que examina la asociación entre el consumo de AO (diferenciando por variedades comunes y vírgenes) y la mortalidad a largo plazo total y por causas específicas entre varias universidades españolas, suecas y estadounidenses, ha analizado a 12,161 individuos, representativos de la población española ≥ 18 años, fueron reclutados entre 2008 y 2010 y seguimiento hasta 2019. Según el mismo, el consumo habitual de alimentos se recopiló al inicio con un historial dietético computarizado validado. La asociación entre los terciles de las variedades principales de OO y la mortalidad por cualquier causa, cardiovascular y por cáncer se analizó mediante modelos de Cox.

Los resultados demuestran que después de un seguimiento medio de 10,7 años (129,272 años-persona), ocurrieron 143 muertes cardiovasculares y 146 muertes por cáncer. El cociente de riesgos instantáneos (HR) (intervalo de confianza del 95 %) para la mortalidad por todas las causas en el tercil más alto de consumo de aceite de oliva virgen y común fue de 0.96 (0.75-1.23; P-tendencia 0.891) y 0.66 (0.49-0.90; P-tendencia 0.040).

El HR para la mortalidad por todas las causas por un aumento de 10 g/día en OO virgen fue de 0.91 (0.83-1.00). El consumo de AO virgen también se asoció inversamente con la mortalidad cardiovascular, con un HR de 0.43 (0.20-0.91; P-tendencia 0.017), pero no así el AO común, con un HR de 0.88 (0.49-1.60; P-tendencia 0.242). Ninguna variedad de OO se asoció con la mortalidad por cáncer.

Por ello, se ha concluido que el consumo moderado diario de aceite de oliva virgen (1 cucharada y 1/2) se asoció con un riesgo un tercio menor de todas las causas, así como con la mitad del riesgo de mortalidad cardiovascular. Estos efectos no se observaron para el OO común. Estos hallazgos pueden ser útiles para reevaluar las pautas dietéticas.

El estudio ha sido realizado entre investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, de la Universidad Autónoma de Madrid-IdiPaz, ISGlobal de Barcelona, la unidad de Epidemiología Cardiovascular y Nutricional, Instituto de Medicina Ambiental, Karolinska Institutet de Estocolmo el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, el CIBEROBN (CIBER de Obesidad y Nutrición), de Madrid, el departamento de Nutrición, Harvard TH Chan School of Public Health, Boston de Estados Unidos y el Instituto IMDEA-Alimentación, CEI UAM+CSIC, de Madrid.

Fuente: Oleo Revista

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