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La industria de la carne, ejemplo de productividad y crecimiento

Este 28 de agosto el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) cumplió treinta y ocho años de vida fomentando el desarrollo de la competitividad del sector cárnico en nuestro país e influyendo positivamente en la salud de las familias al promover el consumo de la proteína cárnica como parte de una dieta balanceada.

Mucho ha cambiado y evolucionado la industria de la carne desde el nacimiento del Comecarne en 1985, a la fecha. Los retos que hemos tenido que enfrentar a lo largo de casi cuatro décadas no han sido pocos.

En el año en que se fundó el Comecarne, la industria cárnica empleaba alrededor de 45 mil personas, con una producción de 2.9 millones de toneladas de carne. Actualmente, las cifras muestran una industria más productiva: con una plantilla trabajadora de aproximadamente 82 mil personas se generan anualmente 7.8 millones de toneladas de proteína.

Durante los 38 años de vida del Consejo, se han gestado cambios estructurales muy significativos en el mercado cárnico mexicano. En 1985, la principal proteína generada era la de cerdo, con 1.3 millones de toneladas por año. Le seguían la de res y pollo con 979 mil y 589 mil toneladas, respectivamente. Hoy en día, es la de pollo la que se encuentra en primer lugar de producción, con 3.8 millones de toneladas, siguiéndole la de res y cerdo con 2.2 y 1.7 millones.

A mediados de los años ochenta, la industria cárnica mexicana no tenía vocación exportadora; apenas salían de nuestro país unas 4 mil toneladas, principalmente de carne de caballo. En contraste, actualmente se cuenta con un segmento competitivo que comercializa con otras naciones 597 mil toneladas de cárnicos por año, principalmente de res y cerdo. No es extraño encontrar carne mexicana en distintos países de los cinco continentes, poniendo en alto el nombre de México con productos deliciosos, inocuos y de la más alta calidad.

Otra buena noticia que habla de la evolución y el crecimiento de la industria es el nivel del consumo cárnico que se registra en México el cual, año tras año, va aumentando. La satisfacción del consumo tiene sustento en el volumen que se produce internamente y la adquisición de diversas proteínas cárnicas de otras naciones. En la mitad de la década de los ochenta se importaban 135 mil toneladas, principalmente carne de res (67 mil toneladas) y de cerdo (40 mil toneladas). Actualmente, México adquiere del exterior 2 millones 650 mil toneladas, de las cuales la mayor parte corresponden a cerdo (1.4 millones) y pollo (900 mil). Además, el número de consumidores del país es 1.7 veces mayor a los de hace 38 años; la capacidad de generación de carne ha aumentado 2.7 veces en el referido tiempo y la ingesta de proteína cárnica por persona ha escalado de 41 a 77 kilos por año.

Los desafíos que debemos enfrentar para seguir construyendo una industria cárnica cada vez sólida y robusta requieren de la participación de toda la cadena de valor, y por supuesto, también del compromiso y trabajo conjunto de las cámaras, asociaciones, autoridades y la academia.

Por ello, hoy más que nunca, el Comecarne refrenda su compromiso de seguir velando por la integración, el fortalecimiento y la competitividad del sector cárnico, buscando mayores beneficios para el consumidor final, quien, sin duda, se encuentra en el centro de nuestras acciones.

Fuente: El Universal

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