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Cruzcampo crea una cerveza experimental inspirada en el espacio

Los maestros cerveceros Irene Pascual y Juan Jiménez, ingenieros químicos de formación, han hecho el tándem perfecto con el físico Javier Santaolalla para elaborar la cerveza Cruzcampo Fugaz. “La elaboración de cerveza también es ciencia, una ciencia maravillosa en la que cabe además mucho margen para la creatividad, para poner en cada nueva cerveza nuestro sello, nuestro acento”, explica Juan Jiménez, maestro cervecero y gran apasionado de todo lo relacionado con el espacio.

Javier Santaolalla, recientemente preseleccionado por la Agencia Espacial Europea como aspirante español a astronauta, explica: “Yo encontré en la ciencia mi verdadera pasión, y en estudiarla y compartirla mi forma de vida. La ciencia no es solo para tipos raros como yo; tiene aplicaciones en todo lo que nos rodea. ¡Incluso en la cerveza! Colaboraciones como esta junto a los maestros cerveceros y los alumnos en Factoría Cruzcampo nos demuestran que cada uno tenemos nuestro acento y que cuando se mezclan salen cosas distintas, extraordinarias”.

Cruzcampo Fugaz es una cerveza artesana experimental, con un color rojizo con luces violáceas (recordando a las nebulosas) que le otorgan la mermelada de violetas y los frutos rojos. Además, su espuma tiene una textura sorprendente. Es por el nitrógeno. El elemento esencial para la vida hoy sirve para mantener los aromas más tiempo. “Cruzcampo Fugaz es una cerveza de otro planeta. Todos los estilos y variedades de cervezas artesanas que elaboramos tienen un acento especial. Esta tiene un acento que se entiende en todo el universo”, explica Irene Pascual.

Cruzcampo Fugaz se acompaña de un perfecto maridaje creado por los participantes de la II Edición de Talento Cruzcampo, 60 jóvenes becados por Cruzcampo y su Fundación, que tienen la oportunidad de desarrollar su talento como futuros hosteleros usando Factoría Cruzcampo como un espacio de prácticas con público real. Gracias a la visita de Santaolalla, estos becarios han acelerado su aprendizaje y han aplicado técnicas muy avanzadas para elaborar un postre muy especial. “Se trata de una tapa dulce. El dulce marida bien con este tipo de cerveza experimental no solo por el sabor que aportan los frutos rojos y la mermelada de violeta, también por estar nitrogenada”, explica Kautar Ahmed, una de las becarias. Esta tapa dulce representa los pasos de formación del universo a través de crujientes garrapiñados y la explosión en la boca de los peta-zeta, un bizcocho esponja de nitrógeno con sabor avellana y quenelle de helado de violeta. Todo ello terminado con unas hojitas, que nos llevan a la última fase, la aparición de los planetas y la vida.

Cruzcampo Fugaz y su tapa se sumarán a la oferta habitual de Factoría Cruzcampo durante el mes de noviembre. Un espacio único en el que el visitante puede disfrutar de gastronomía y experiencias cerveceras con un fin social, ya que todo lo recaudado se reinvierte en la bolsa de becas de Fundación Cruzcampo para jóvenes sin empleo.

Fuente: Control Publicidad

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