El café es un alimento básico por la mañana, y si disfruta de la bebida con regularidad, tenemos buenas noticias: según una investigación reciente publicada en la revista Frontiers in Aging Neuroscience, quienes consumen café puede tener menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (un tipo de demencia que provoca una pérdida gradual de la memoria).
Los investigadores llegaron a sus hallazgos después de estudiar a 227 adultos mayores (alrededor de 69 años) en el transcurso de 10 años. Los participantes completaron cuestionarios que detallaban sus hábitos de consumo de café además de preguntas relacionadas con la salud vinculadas a seis dominios cognitivos: memoria de recuerdo episódica, memoria de reconocimiento, función ejecutiva, lenguaje, atención y velocidad de procesamiento. Los voluntarios también completaron el AIBL Preclinical Alzheimer Cognitive composite (PACC) y se sometieron a imágenes de resonancia magnética (MRI) para medir su volumen cerebral y tomografías por emisión de positrones (PET) para verificar su acumulación de Ab-amiloide 7 veces diferentes. El equipo descubrió que aquellos que bebían café reducían la acumulación de Ab-amiloide y tenían pocas posibilidades de desarrollo de Ab-amiloide “moderado” “alto” o “muy alto”, lo que reduce el estrés oxidativo y la inflamación en el cerebro.
“Nuestras estimaciones sugieren que, si la taza promedio de café que se prepara en casa es de 240 g, aumentar la ingesta de 1 a 2 tazas por día podría proporcionar hasta un 8% de disminución de la función ejecutiva durante un periodo de 18 meses, y hasta un 5% de disminución en la acumulación de Ab-amiloide cerebral (la proteína pegajosa que se agrupa en el cerebro, matando las neuronas, en la enfermedad de Alzheimer) durante el mismo periodo de tiempo”, dijo Samantha L. Gardener, autora del estudio de la Universidad Edith Cowan. “Sin embargo, encontrar un número máximo de tazas de café beneficiosas es una cuestión para futuras investigaciones que no pudimos identificar en el estudio actual. Desafortunadamente, habrá un límite por el cual más tazas no producirán más efectos positivos”.
Los científicos aún están averiguando qué ingrediente del café es más útil para proteger el cerebro, pero creen que la cafeína podría ser la clave. De lo contrario, están teniendo en cuenta factores adicionales para otros estudios. “Nuestro estudio no tenía datos con el consumo de café en la mediana edad, por lo que los posibles efectos positivos o negativos del consumo de café en la mediana edad no se pueden evaluar en el estudio actual”, dijo Gardener. “Tampoco fue posible para nosotros determinar las posibles consecuencias de los distintos métodos de preparación del café (p. ej. Café descafeinado, método de preparación, con o sin leche, o azúcar, etc.) en las asociaciones observadas, por lo que ambos son puntos metodológicos importantes a tener en cuenta”, incluir en futuras investigaciones.
“En todo el mundo, una alta proporción de adultos bebe café a diario, lo que lo convierte en una de las bebidas más populares a nivel mundial. En ausencia de tratamientos efectivos que modifiquen la enfermedad de Alzheimer, nuestra investigación busca factores de riesgo modificables que podrían retrasar la aparición de la enfermedad”, dijo Gardener. “Incluso un retraso de 5 años tendría un enorme beneficio social y económico, y estas modificaciones dietéticas generalmente son accesibles para todos, además de ser menos costosas que los medicamentos y con menos efectos secundarios”.
Fuente: Mui Kitchen
