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Chocolate: más eficaz contra la tos que la codeína

Leche con miel, té, limón… Cada familia cuenta con sus propios remedios caseros para la tos, casi siempre heredados de las prácticas llevadas a cabo por sus predecesores para calmar esta usual molestia. Pero hay un alimento muy efectivo que muy pocos incluyen en esta lista y que es uno de los favoritos de la mayoría de las personas. Un trabajo realizado por un grupo de investigadores ha descubierto que el chocolate, en cuanto a calmar la tos se refiere, es más efectivo que la codeína, uno de los componentes habituales de los jarabes antitusivos.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de la Universidad de Hull, en Yorkshire, Reino Unido, realizó un estudio en el que colaboraron 163 pacientes. Para demostrar los beneficios de un fármaco elaborado a partir de este manjar, los participantes fueron divididos en dos grupos: al primero se le recetó un jarabe clásico para esta dolencia, mientras que al segundo se le prescribió una medicina denominada Rococo y que incluía el chocolate entre sus ingredientes. Al finalizar las pruebas, los investigadores comprobaron que los enfermos que tomaron Rococo experimentaron mejorías significativas en menos de 48 horas, al contrario que sus compañeros. Otra de las conclusiones principales de este estudio fue que no existen, como se creía hasta ahora, dos tipos de tos —seca y productiva—, ya que esta es causada mayoritariamente por una infección del tracto respiratorio superior.

Este estudio, aunque de mayor envergadura, no es el único que ha puesto de manifiesto las bondades de este alimento para acabar con la molesta tos. Los científicos del London Imperial College descubrieron, hace unos años, que la teobromina, un alcaloide presente en el cacao, resultaba más eficaz para suprimir la necesidad de toser que la codeína.

¿Por qué funciona?

Los investigadores atribuyen las cualidades curativas del chocolate a las propiedades emolientes del cacao, que, debido a su viscosidad, ejerce de protector en determinadas partes del cuerpo.

Fuente: Heraldo

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