Industria Alimentaria

Bunge y Chevron anunciaron la compra de una empresa argentina abocada al desarrollo de camelina sativa

Que los recursos argentinos, la investigación y desarrollo son renombrados a nivel global ya no es una novedad. Muchas grandes compañías posan sus ojos en emprendimientos nacidos en Argentina, y testigo de ello son las novedades que llegan desde Estados Unidos por estas horas.

Chevron, la mega compañía dedicada a las energías, y Bunge, gigante de la agroindustria, anunciaron la compra de una empresa argentina que desarrolla y cultiva camelina sativa, un cultivo que viene ganado lugar en el escenario productivo, dado que el uso de su aceite abarca el segmento de la alimentación y también de los combustibles.

Según afirmaron de forma conjunta, “esta última inversión en semillas novedosas, agrega una nueva fuente de petróleo en las cadenas de suministro globales de Bunge y Chevron, y ayudará a ambas compañías a satisfacer la creciente demanda de materias primas renovables con menos carbono”.

Los términos de la transacción no fueron revelados, de acuerdo a la información oficial.

Chacraservicios es una empresa que opera en Argentina desde el año 2003, y se ha abocado desde sus inicios a la investigación y al desarrollo del cultivo de camelina sativa. En un proyecto conjunto y de consultoría con la universidad de Montana, Usa, realizo la selección y el desarrollo de cultivares que hoy en día la empresa cultiva en nuestro país.

El cultivo de camelina tiene como objetivo la producción de aceite, cuyo consumo ha crecido a nivel mundial debido a su aplicación en el desarrollo de biocombustibles y a sus excelentes propiedades para la nutrición humana o animal.

En el año 2019 Chacraservicios fue adquirida por Adamant BioNRG, pasando a ser parte de una empresa italiana líder en el campo de la Bioenergía. La misma posee su sede legal en Milán y oficinas operativas y comerciales en Ferrara, Ginebra, Moscú, Miami y Buenos Aires.

En Argentina, el proyecto busca diversificar sus actividades e ingresar en el mercado de alimentos, enfocado principalmente en la producción, procesamiento y comercialización de aceites, legumbres y especialidades.

Sobre la adquisición, Fernando Candia, vicepresidente de soluciones de carbono de Bunge aseguró: “En todo nuestro negocio, nuestro proceso de toma de decisiones incluye un enfoque en el carbono. Invertir en este nuevo cultivo de semillas oleaginosas es otro paso hacia nuestro objetivo de expandir las materias primas de menor intensidad de carbono para ayudar a satisfacer la creciente demanda de combustibles renovables”.

La camelina sativa está siendo investigada en todo el mundo debido a los niveles excepcionalmente altos (hasta un 45%) de ácidos grasos omega-3 de sus semillas, lo cual es poco común en fuentes vegetales. Más del 50% de los ácidos grasos obtenidos en frío mediante presión son poliinsaturados. El aceite obtenido es también muy rico en antioxidantes naturales, tales como tocoferoles, lo que lo hace muy estable y muy resistente a la oxidación y el enranciamiento. El contenido de vitamina E en el aceite de camelina es de aproximadamente 110mg/100g.4​

El aceite de la camelina es muy adecuado para su uso en cocina y tiene sabor y aroma a almendra. Puede llegar a ser más conocido y podría convertirse en el futuro en un importante alimento.

Fuente: Bichos de Campo

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