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Aceite y probióticos en polvo: desarrollo de nuevos ingredientes

En Colombia, un 76 % de las muertes que suceden al año son a causa de enfermedades no trasmisibles. Partiendo de esta problemática, un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, encabezado por la doctora María Ximena Quintanilla y el doctor Fabián Leonardo Moreno, se han puesto a la tarea de desarrollar ingredientes para la fabricación y elaboración de alimentos funcionales, encapsulados, estabilizados y formulados específicamente, que sí nutran y se adapten a las demandas comerciales y a los hábitos y estilos de vida de las personas.

Con estos productos y patentes, no solo buscan abrir campo en el mercado, sino explorar la posibilidad de iniciar una spin-off, INNFood, con los retos que implica, como la competencia, la necesidad y demanda de tiempo, mientras se apunta a mejorar las maneras de nutrir a la gente, mejorando así su salud y calidad de vida.

En ese orden de ideas, estos son los cuatro ingredientes que han sido desarrollados y comprobados para ser empleados en la industria de alimentos:

Aceite en polvo

Contando con el hecho de que el uso de algunas grasas es fundamental en la preparación de determinados alimentos y considerando la dificultad que implica su almacenamiento, procesamiento y manejo para evitar su deterioro, los expertos de la Universidad de La Sabana, se dieron a la tarea de producir aceites en polvo.

“Cuando nosotros lo hacemos sólido, lo podemos usar como un ingrediente que funciona para la preparación de cualquier alimento, en panificación, en chocolatería, en la industria de los lácteos, confitería, galletería. Cualquier producto, de los que normalmente usan margarinas o grasas sólidas, vegetales, pero sólidas, que tienen perfil nutricional más bajo, la reemplazamos por este aceite sólido que tiene un mejor perfil nutricional”, explica Leonardo Moreno.

Con lo anterior hace referencia no solo al uso práctico del aceite en polvo, sino a la vez de su componente nutricional, con mayor cantidad de vitaminas añadidas, menos calorías y presencia de proteínas.

Aceite en hojuelas

Sin necesidad de diluirlo en ninguna clase de elemento líquido, este ingrediente, cuyo fin es similar al del aceite en polvo, por la tecnología de obtención, diferente a la del polvo, puede llegar a ser un poco más económico.

Igualmente, enriquecido con vitaminas y proteínas, este producto contiene menos calorías y puede ser empleado para reemplazar el uso de margarinas en la cocina.

Probióticos en polvo

Los probióticos son muy importantes y tienen una influencia positiva en la salud, en el metabolismo, en las defensas, en la prevención y aparición de enfermedades y en el sistema digestivo. Entre la industria alimenticia, uno de los sectores que más hace referencia a estos, es la industria láctea, que destaca su presencia en yogures. Para llevarlos un poco más allá de la industria en mención, los ingenieros han desarrollado este producto que no solo puede ser empleado para la elaboración de productos de origen lácteo, sino también en repostería, chocolatería y confitería.

“Los productos que normalmente no tienen probióticos sí los pueden tener. Hemos desarrollado un probiótico en polvo con el fin de diseñar un producto que no necesite refrigeración y que pueda ser agregado a cualquier alimento. Normalmente los probióticos requieren refrigeración y vienen en los lácteos. Al añadirlos a cualquier formulación podemos impactar favorablemente la salud de las personas, pues estos ayudan a los microorganismos del tracto gastrointestinal, a toda la microbiota que tenemos”, explica María Ximena Quintanilla.

Fuente: El Tiempo

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