De acuerdo con datos del Consejo Mexicano Vitivinícola, se produce vino en 14 estados del país y existen 230 bodegas y empresas comercializadoras de esta bebida como una muestra del auge de este sector. En México se destinan más de 29 mil hectáreas del territorio para su producción.
Mérida como plataforma del turismo gastronómico y encuentros internacionales, atrae medallistas de oro en materia de vino y por primera vez, expertos y empresarios de este sector se reunieron para presentar vinos premiados en el Concurso Mundial de Brusellas 2019, donde México obtuvo 25 medallas.
Lo anterior tuvo lugar en el evento “Cata de Oro”, en alusión al metal que representa el máximo reconocimiento obtenido en esta competencia mundial. La organización, maridaje y dirección culinaria estuvo a cargo del sommelier Alberto Nacif y el chef Vidal Elías Murillo y tuvo lugar en el restaurante “Micaela, mar y leña”.
En este encuentro participaron Gustavo Ortega y Georgina Estrada, director general y embajadora nacional de la casa vinícola El Cielo, respectivamente; la bodega creadora del vino personalizado Caipirinha 2016, distinguido con el Trofeo “Vino Tinto Revelación Mundial” y una “Gran medalla de oro”, tras medirse ante 5 393 tintos procedentes de todo el mundo.
En entrevista la sommelier Georgina Estrada, también Vice-Presidenta de la Asociación de Sommeliers Mexicanos, A.C., dijo que Yucatán tiene el potencial para destacar no sólo en el consumo del vino, sino en ser un punto de encuentro de experiencias únicas en materia de la cultura de esta bebida, y una prueba de este tema, fue la Cata de Oro, donde un grupo de 25 personas invirtió tiempo y recursos para una cena maridaje de cinco tiempos con una selección exclusiva e irrepetible.
Reconoció la iniciativa de sus colegas de Yucatán, en cuanto a creación de eventos especiales de consumo inteligente del vino, la profesionalización del sector y el fomento de la calidad en el servicio, ya que Mérida es un semillero de sommeliers, lo que está llama la atención al nivel nacional e internacional.
Destacó que el vino mexicano en los últimos años es más recurrido en las mesas de restaurantes y en los hogares de Mérida, por su alta compatibilidad con la cocina yucateca, la cual destaca por el uso de especias de sabores intensos que maridan con la diversidad de vinos de las bodegas del país.
En la “Cata de oro”, los comensales pudieron disfrutar de una cena maridaje de cinco tiempos, con cuatro vinos de la casa vinícola El Cielo del Valle de Guadalupe, todos ganadores de medalla de oro y uno de ellos con la máxima distinción “La Medalla Gran Oro”.
El Perseus 2015 fue servido con un platillo de res con mole de olla, el Caipirinha 2016 con un venado ahumado con queso de bola, Sirius 2012 con una barbacoa de conejo en mixiote y el G&G Reserva Especial by Gina Sommelier 2016, con un pato con salsa de ciruela e higos. Todos los platillos fueron complementados con un toque especial: hojuelas, láminas o polvo de oro comestible de 24 kilates.
Fuente: Mi Punto de Vista