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Investigadores de Chapingo innovan en la conservación de alimentos con un secador solar

Investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) desarrollaron un secador solar que permite la conservación de alimentos como jitomate, plátano, guayaba, pepino, mango, estevia, mojarra, carne y otros alimentos con el fin de disminuir desperdicios.

Señalaron que en México se desperdicia más de 20.4 millones de toneladas de alimentos cada año de los cuales el 37 por ciento son producción agropecuaria y de ellos el 50 por ciento son hortalizas y el 40 por ciento son frutas y legumbres.

Irineo López Cruz, Ángel Garduño García y Alejandro Guerrero Santana, miembros del Programa de Posgrado de Ingeniería Agrícola y Uso Integral del Agua de la UACh, expusieron que el secador solar podría ser instalado en el 70 por ciento del territorio nacional pues éste cuenta con clima semiárido con temperaturas a más de 50 grados centígrados.

Aunque también es aplicable en el trópico seco y húmedo con el fin de reducir los desperdicios hasta en 50 por ciento o más, así como disminuir los días de secado a sólo horas. Comentaron que ya se han establecido prototipos en los estados de Zacatecas, Estado de México y Tabasco.

Martín Hidalgo Reyes, coordinador del Programa de Posgrado de Ingeniería Agrícola y Uso Integral del Agua de la universidad, sostuvo que “esta innovación de bajo costo que eleva la productividad de alimentos, la calidad y su puesta en el mercado nacional, se suma a más de 340 innovaciones tecnológicas que se desarrollan anualmente en Chapingo”.

Detalló que todas son de fácil aplicación en el medio rural, como son las descascaradoras de haba, los paneles solares, los robots agrícolas, las secadoras de tuna, las recolectoras de coco, entre otras.

Consideró que estas innovaciones pueden ser parte de una política pública agrícola “pues el campo forma parte del sector primario y éste es la base de cualquier país” de tal suerte que estas innovaciones tecnológicas pueden aumentar la productividad hasta en un 50 por ciento o mejorar los procesos de captación de agua y hacer más eficiente el uso de este vital líquido en la producción agroalimentaria y consumo humano.

Fuente: La Jornada

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